Patricia, y las flores

Diane Arbus

Si sólo me motivara la curiosidad, costaría decirle a alguien: ‘Quiero ir a su casa para que me hable y me cuente la historia de su vida’. La gente diría: ‘Está chiflada’. Más aún, se pondría en guardia. Pero la cámara es una especie de licencia. Mucha gente quiere que se le preste tanta atención, y además es una clase de atención razonable.