Juvenil

Hay una etapa en la vida donde todo cambia, donde las emociones son intensas y el mundo parece expandirse con cada experiencia. La adolescencia no es solo un tránsito, es un instante irrepetible, un territorio propio donde cada mirada es un descubrimiento, cada gesto una afirmación de identidad.

Como fotógrafo, mi objetivo no es solo capturar imágenes, sino crear un espacio donde los jóvenes puedan expresarse sin filtros, sin imposiciones. Busco la autenticidad en cada sesión, la luz que revela una mirada honesta, el movimiento que cuenta una historia, el silencio que encierra pensamientos profundos.

Cada retrato es un testimonio de quiénes son en este momento fugaz de la vida. No hay una única forma de ser joven, cada persona lo vive a su manera, y mi trabajo es entenderlo, traducirlo en imágenes que les representen, que les den voz. Porque estas fotos no solo muestran rostros, sino emociones, sueños y la chispa única que define a cada uno.

Este es el instante para ser, para explorar, para mostrarse al mundo con autenticidad. Mi fotografía es un reflejo de esa esencia, una invitación a recordar, años después, que aquí, en este tiempo, fueron exactamente quienes querían ser.